Maestra explica lo que supone tener acuarios en clase
aprendecondanio.substack.com
Bicheando por internet he encontrado la historia de Rebeca, una maestra estadounidense, que mira tú por donde, dice exactamente lo que vengo defendiendo estos días. Estaba in inglis pitinglis, pero te lo traduzco a la lengua de Cervantes: Algunos de mis recuerdos favoritos del instituto son cuando estaba sentada en clase de ciencias observando los peces en los numerosos acuarios que había en el aula. Los mostradores que bordeaban el aula albergaban unos 20 acuarios de distintos tamaños, que representaban diversos hábitats de agua dulce de todo el mundo. Estas comunidades acuáticas incluían gouramis rosados, peces cueva ciegos mexicanos, un tanque comunitario de tetras, un pez pulmonado africano de un metro de largo (al que se alimentaba con gusanos rojos una vez al día) y platys y colas de espada que daban a luz a interminables bancos de alevines diminutos. Observamos cómo las comunidades de peces interactuaban y cambiaban a medida que se añadían nuevos peces o nacían crías. Ayudábamos a cambiar el agua, a mantener los filtros, a alimentar a los peces y a diseñar el "paisaje" del interior de las peceras. El aula de ciencias era siempre un lugar interesante, y las lecciones que aprendí iban mucho más allá del plan de estudios. Adquirí una comprensión muy práctica de los efectos de la calidad y la química del agua, desarrollé un sentido de propiedad y responsabilidad hacia el cuidado de nuestra aula y adquirí habilidades que me han permitido disfrutar toda la vida de la afición de criar peces tropicales de agua dulce.
Maestra explica lo que supone tener acuarios en clase
Maestra explica lo que supone tener acuarios…
Maestra explica lo que supone tener acuarios en clase
Bicheando por internet he encontrado la historia de Rebeca, una maestra estadounidense, que mira tú por donde, dice exactamente lo que vengo defendiendo estos días. Estaba in inglis pitinglis, pero te lo traduzco a la lengua de Cervantes: Algunos de mis recuerdos favoritos del instituto son cuando estaba sentada en clase de ciencias observando los peces en los numerosos acuarios que había en el aula. Los mostradores que bordeaban el aula albergaban unos 20 acuarios de distintos tamaños, que representaban diversos hábitats de agua dulce de todo el mundo. Estas comunidades acuáticas incluían gouramis rosados, peces cueva ciegos mexicanos, un tanque comunitario de tetras, un pez pulmonado africano de un metro de largo (al que se alimentaba con gusanos rojos una vez al día) y platys y colas de espada que daban a luz a interminables bancos de alevines diminutos. Observamos cómo las comunidades de peces interactuaban y cambiaban a medida que se añadían nuevos peces o nacían crías. Ayudábamos a cambiar el agua, a mantener los filtros, a alimentar a los peces y a diseñar el "paisaje" del interior de las peceras. El aula de ciencias era siempre un lugar interesante, y las lecciones que aprendí iban mucho más allá del plan de estudios. Adquirí una comprensión muy práctica de los efectos de la calidad y la química del agua, desarrollé un sentido de propiedad y responsabilidad hacia el cuidado de nuestra aula y adquirí habilidades que me han permitido disfrutar toda la vida de la afición de criar peces tropicales de agua dulce.