Me enfado con un influencer
No me gustan las redes sociales, me embotan la cabeza y me parecen una pérdida soberana de tiempo.
Pero a veces, por ver que se cuece en el terreno educativo, les echo un ojo.
El caso es que el año pasado hubo una cosa que me llamó mucho la atención.
Estaba mirando perfiles de padres influencers y me salió uno dando consejos para que tus hijos no te trajeran a casa gusanos de seda. He de decir que el tío lo hacía con toda su gracia andaluza.
Y luego sacaban a su hija monísima, vestida de bailarina, arrancada de las garras de los asquerosos gusanos, y la ponían ahí con el móvil. A eso no le veían el más mínimo problema.
Puedo entender que haya a quien no le gusten o le den asco los gusanos de seda, pero creo que anda el tipo muy despistado si piensa que el instagram va a ser mejor para su hija que observar gusanos de seda.
El otro día lo hablaba con mi amigo Orfeo, el pediatra. Todo esto del exceso de pantallas está generando unos problemas atencionales en niños que realmente no sabe dónde vamos a llegar. Ya el déficit de atención se va a considerar como un espectro de la normalidad.
Por no hablar de todos los trastornos psiquiátricos feos de verdad y terriblemente preocupantes, que originan esa exposición a una falsa realidad filtrada, donde todo el mundo es perfectísimo, felicísimo y estupendísimo.
En fin, yo prefiero que mis hij@s centren su atención en un animal interesante, muy sencillo de conseguir, que pueden tener delante y les puede motivar el interés por la ciencia.
Si piensas igual que yo, tengo un curso que les enseñará a fijar su atención en cosas muy interesantes de estos animales, que de otra forma, probablemente les habría pasado desapercibidas. Y con suerte, te ayudarán a alejarlos un rato de las pantallas.
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Un abrazo
Txus