Mi vida por un limón
Elcano, ese el marino que dió la primera vuelta al mundo en barco ininterrumpida y vivió miles de aventuras, superó tormentas, batallas, motines…
Va y al final se muere de escorbuto.
Hay que jorobarse.
Venga aventuras y aventuras y en lugar de morir en una batalla épica te mueres por no comer limones.
En fin, al menos no supo de qué se moría.
Porque el que dió con la clave de que el escorbuto, esa enfermedad que hacía estragos entre los marineros en aquella época de grandes viajes, fue el cirujano James Lind que vivió dos siglos después.
Y lo descubrió en el primer ensayo clínico de la historia.
Si quieres saber más sobre este episodio fascinante de la historia de la medicina te invito a que leas la newsletter de mi marido, Enrique de Madaria que es médico e investigador y hace ensayos clínicos, así más modernitos ahora que por suerte sabemos lo útiles que son:
Un abrazo
Txus, veterinaria científica.