De funcionaria a empresaria

Confesiones que nunca había hecho

Con 30 años saqué plaza de funcionaria de carrera en el CSIC.

Esto es jovencita para la institución, no creas.

Y estuve allí hasta los 43.

Hasta entonces había seguido un camino marcado.

Lo que toca, vaya: EGB-BUP-COU- una carrera, trabajas (en mi caso en ciencia), opositas y pum, todo resuelto.

No sé de dónde eres, pero esto es el sueño de un español medio.

Pero a mí me faltaba algo.

Yo soy una persona muy creativa y en el CSIC estaba muy limitada.

Dirigía una de las instalaciones más complicadas de un instituto de investigación biomédica, con un montón de gente a mi cargo, cobraba un sueldo cada mes puntualmente el día 26…

Pero ya te digo, me faltaba algo.

Algo propio, algo mío, que poder desarrollar como yo quisiera.

Equivocarme yo, acertar yo.

No tener que pedir permiso para ir al médico.

No sé si has sentido alguna vez ese gusanillo.

Y conocí a Danio y vi que entre ciencia y escuela había un inmenso abismo en el que se tendían muy pocos puentes.

Así que me lié la manta a la cabeza y allá que me fui.

Empecé un camino no trazado.

Sin duda el que me ha dado las mayores alegrías de mi vida laboral y del que no me arrepiento en absoluto.

Mi amiga Sonia dice que me ha cambiado la cara.

Pero me salí de la senda que tocaba.

Yo me esperaba que la experiencia como “jefa” me iba a servir, y lo hizo. Pero no es lo mismo.

Cuando tienes que buscarte la vida tú, con tu dinero, con tu tiempo, con el esfuerzo de toda una familia, es diferente.

Y mi competencia emprendedora era muy limitada.

Y ahora entiendo lo de competencia y ahora entiendo lo de emprendedora.

A estas alturas les doy el valor que tienen a cada una de esas palabras. Y veo genial que se enseñe en la escuela.

Así que he buscado como una posesa todos estos años gente que me pudiera enseñar eso que me faltaba.

Ferozmente.

He visto gente solvente y también muchos vendehumos.

Pero ya he aprendido a seleccionar. L@s científic@s no sabemos de empresa, pero sí aprendemos bien.

Una de esas personas que se han ganado mi confianza se llama Fran.

Tiene una newsletter, como esta, en la que ayuda a emprendedores novatos.

Gente con esa inquietud pero que viene de otros mundos, o simplemente que empieza.

Yo he aprendido mucho ahí y le he comprado algún curso, en los que me han servido muchísimo, entre otras cosas a potenciar esta newsletter.

Me parece una persona muy inteligente y solvente. Y con esa visión que me faltaba.

Yo veo muchos prof@s en instagram, ofreciendo sus recursos docentes.

Así que intuyo que ese gusanillo también anda por ahí.

Y no tienes que dejar tu plaza y saltar al vacío como hice yo.

Puedes compaginarlo.

Ahora, si te metes y no tienes esos conocimientos emprendedores, como me pasaba a mí, sí que te aconsejo que los busques.

Porque ya que lo haces, hazlo bien.

Y mira, quien sabe, Teachers pay teachers lo fundaron prof@s.

También sé que en esta lista hay much@s pequeñ@s emprendedor@s que intentan hacerse un camino en la divulgación científica.

“Colegas de gremio”, os saludo. Manifestaos que me da mucha alegría.

Y he visto proyectos preciosismos con una ciencia impecable y contada con muchísimo gusto, no salir adelante por faltar ese conocimiento que Fran tiene.

Bueno, si te has visto reflejad@, simplemente tienes curiosidad o no sabes como explicar en clase eso de la competencia emprendedora, te aconsejo seguir a Fran en su newsletter.

A mí me gustó que me lo recomendaran.

Ahí tienes el enlace:

Un abrazo

Txus