Bonita historia de un alumno que localiza a su profesora 20 años después
Y le da las gracias
Jorge Corrales es escritor. Acaba de publicar una novela. Tiene el libro en sus manos y se siente feliz.
De repente su mente empieza a repasar todo lo que le ha pasado hasta llegar hasta este punto. No ha sido un camino fácil.
Un nombre, una imagen, unas sensaciones saltan a su mente de manera inmediata: Teresa.
Teresa era su profesora de literatura. Fue la persona que sembró en él la semilla de la escritura. Pero su influencia fue mucho más allá de su infancia.
En un momento de crisis personal, Jorge acude a una psicóloga que le pregunta: ¿cuándo fuiste feliz?
Jorge piensa en que era feliz cuando Teresa le retaba a escribir. Y vuelve a hacerlo. Y en ese momento oscuro, Teresa se vuelve a convertir en su faro.
Hoy con su novela en la mano, siente que tiene que darle las gracias. No tienen ni idea de donde está, pero escribe este hilo de twitter
Maravillas de internet, ese hilo se viraliza y llega a Teresa.
Teresa llora. Jorge también.
Para poder hacer algo así, Teresa tuvo impactar en las emociones del pequeño Jorge, su pequeño sistema límbico en formación.
No sé nada de literatura, pero sí de ciencias.
Y sé que hacer un microscopio con tus propias manos, y luego coger una cebolla y descubrir que ahí hay unos pequeños ladrillitos que llaman células, tiene muchas más posibilidades de impactar en el la parte del cerebro encargada de las emociones de tus alumnos que rellenar una fría y gris ficha de una célula.
Y eso te da más opciones de convertirte en “la Teresa” de alguien.
Hoy a las 12 de la noche acaba el plazo para llevarte el tutorial de como convertir una cebolla en una experiencia mágica.
Se compra aquí:
Un abrazo
Txus